Los deportes, a diferencia de otros géneros, tienen el poder de atraer a un gran número de telespectadores, y en horarios fijos. Habría que haber vivido bajo una roca el año pasado para no haber asistido a la vertiginosa temporada de la NFL, que culminó con un récord de audiencia en la Super Bowl LVII. Sin embargo, independientemente de su atractivo, la inmensa competencia por los derechos deportivos en un panorama mediático cada vez más fragmentado dificulta -y frustra- que los aficionados encuentren los partidos que buscan.
Aunque no todos los editores pueden permitirse pujar por los derechos deportivos, el campo de destinos de los contenidos es mucho más amplio que hace sólo cuatro años, y los derechos deportivos se dirigen cada vez más hacia los servicios de streaming, incluidos algunos partidos de alto nivel de los playoffs de la NFL.
Y al mismo tiempo, algunos editores que en su día manifestaron poco interés por los deportes en directo han cambiado de postura y ahora reclaman lo que sigue siendo el contenido más visto de la televisión. Netflix, por ejemplo, ha organizado dos eventos deportivos en directo desde noviembre, poniendo fin a un largo periodo de abstención en este ámbito.
Sin embargo, no todos los eventos tienen la notoriedad de la Super Bowl, el Thursday Night Football y el reciente torneo Netflix Slam de Netflix, una consideración importante ahora que comienza la nueva temporada de la MLB, que cuenta con 30 equipos que juegan 162 partidos cada uno. Los incondicionales de los Yankees de Nueva York, por ejemplo, necesitarán acceso a tres cadenas de televisión tradicionales (YES Network, ESPN, FOX) y tres servicios de streaming (Apple TV+, Amazon Prime Video, MLB TV) si quieren ver toda la acción de la temporada en pantalla. En la costa oeste, los fans de los Dodgers de Los Ángeles tienen aún más que navegar, ya que su temporada 2024 será televisada a través de ABC, CBS, ESPN, FOX, FOX Sports 1, SportsNet LA y Apple TV +.
Los telespectadores vieron casi 330.000 millones de minutos de partidos de la MLB la temporada pasada.
Y fuera de los grandes mercados como Nueva York, Boston y Filadelfia, que pueden mantener redes deportivas regionales (RSN) porque tienen grandes equipos de la NFL, la MLB, la NBA y la NHL, los equipos y las ligas de los mercados más pequeños han empezado a cerrar acuerdos de derechos de retransmisión por aire con las cadenas de televisión locales, al tiempo que ofrecen los partidos directamente a los consumidores a través de aplicaciones de streaming.
En este mercado tan fragmentado, los deportes en directo atraen audiencias masivas, pero sólo si el público puede encontrar los partidos. Una búsqueda reciente en Internet, por ejemplo, indicaba que un partido reciente de la NHL entre los Arizona Coyotes y los Washington Capitals se retransmitía por ESPN+, pero los resultados no eran correctos, lo que resultaba frustrante para cualquiera que quisiera ver el encuentro fuera de los mercados locales.
Este no es un ejemplo único, ni será el último. La proliferación de servicios y el afán de monetización con contenidos de alto nivel sugieren que el futuro será aún más fragmentado.
Cuando Nielsen lanzó The Gauge, por ejemplo, el streaming representaba el 26% de nuestro tiempo total con la televisión, y sólo cinco servicios tenían suficiente audiencia como para justificar que se informara de ello de forma independiente. Dos de los servicios tampoco incluían publicidad. En enero de 2024, por el contrario, el streaming representó el 36% del uso de la televisión y 11 servicios son objeto de informes independientes (y todos incluyen anuncios o tienen niveles de suscripción con publicidad). Y lo que es más, cuatro tienen derechos exclusivos sobre determinados eventos deportivos, al igual que ESPN+ y Apple TV+.
A un nivel muy alto, una sola temporada de las cinco grandes ligas deportivas de Estados Unidos incluye miles de partidos. La MLB, por ejemplo, tiene casi 2.500 en una sola temporada. Históricamente, el público podía encontrar la programación completa de los partidos en la guía semanal de televisión, pero hoy en día, ni siquiera Internet puede mantenerse al día con la información de los programas deportivos en directo. Por otra parte, los editores suelen centrarse en proporcionar información únicamente sobre las competiciones que organizan.
Aquí es donde los fabricantes de electrónica de consumo (OEM), los MVPD y los proveedores de servicios digitales pueden tomar la iniciativa y, en última instancia, ganar con las audiencias y los titulares de derechos. Con una clara comprensión del poder de los deportes en directo, que siguen siendo el mayor impulsor de audiencias, estas organizaciones pueden ofrecer información sobre deportes en directo y contenidos relacionados a través de plataformas over-the-top, proporcionando a las audiencias información completa y en tiempo real para un panorama de medios de comunicación que da prioridad al streaming.
Una versión de este artículo apareció originalmente en sportsbusinessjournal.com.
Fuente
1Los serviciosse notifican de forma independiente una vez que su uso representa al menos el 1% del uso de la televisión.
